A través de su muestra el expositor busca que el público reflexione sobre las políticas habitacionales y aquel sueño utópico de la casa propia. Por más de una década, Portus ha recorrido la ciudad observando e investigando. El resultado de su obra se presentará en Sala Gasco desde el 13 de diciembre al 15 de febrero del 2013.
Ubicación: Sala Gasco
Horarios: De lunes a viernes de 10:00 a 17:00 horas.
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No es casualidad que el artista Leonardo Portus haya elegido la famosa canción “Esta será mi Casa cuando me vaya yo”, del autor español Nino Bravo para su exposición. El año 1973, en que muere el cantante, señala el autor, “coincide con el quiebre de las políticas habitacionales estatales en Chile, las que con un fuerte sello modernista construyeron en nuestro país el sueño de la casa propia con la utopías urbanas y estilísticas propias del Movimiento Moderno”.
Inspirado en lo anterior y buscando que el público reflexione sobre las políticas habitacionales y aquel sueño utópico de la casa propia, el expositor desarrolla cinco maquetas de edificios de vivienda social ficticios, 5 planimetrías y alrededor de 17 fotografías de gran formato, que conforman esta exposición en Sala Gasco, abierta gratuitamente al público desde el 13 de Diciembre al 15 de febrero del 2013.
“Esta muestra es una especie de historia alterna (ucronía) pensando qué habría sucedido si las políticas habitacionales en Chile, de fuerte sello social y modernista hubieran seguido desarrollándose en nuestro país sin el quiebre producido en 1973, que significó su interrupción como programa arquitectónico y urbano estatal”, señala Portus.
“El título de esta canción –añade el artista- es muy paradojal ¿Estamos realmente en nuestro hogar cuando lo añoramos, vivimos realmente una experiencia desde la nostalgia más que cuando la vivimos en realidad?”. Esta frontera entre ilusión y realidad, deseo y futuro posible es la que intenta desarrollar Leonardo Portus en esta exposición.
Los materiales que escoge el artista son de distinta procedencia. Es así como madera, palitos para maquetas, pintura acrílica mezclada con esmalte industrial, pasta muro, barnices y material reciclado dan vida a la obra intentando -una vez más- friccionar la diferencia entre el arte popular y lo culto.
